El embarazo es una etapa hermosa y llena de muchas experiencias, sin embargo, cuando el bebé nace, muchas mujeres desean recuperar su figura y sobre todo bajar la barriga.
Según algunos especialistas, el perder la barriga lleva tiempo, entre otras razones porque el útero tarda unas cuatro semanas en contraerse y recuperar su tamaño original, gracias a los cambios hormonales que se producen después del parto.
La mayoría de las mujeres tardan meses en recuperar el volumen normal de su barriga y algunas no llegan a conseguirlo. Esto dependerá en gran medida del tamaño del cuerpo normal, del peso que se aumentó durante el embarazo, de la actividad física que se desarrolle después del parto y, también de la genética.
Sigue estos consejos
1. Amamantar al bebé: no solo porque es saludable para él, sino porque hace que se quemen más calorías de lo habitual, pues estas son necesarias para producir la leche materna. Además, la hormona prolactina, esencial para la elaboración de la leche, genera contracciones en el útero que hacen que reduzca su tamaño con mayor celeridad. Esta es la razón por la que algunas mujeres pierden peso con más rapidez.
2. Ejercicios: más allá de quemar calorías, te ayudará a tonificar los músculos del abdomen, sin embargo, antes de hacer ejercicio, debes averiguar si estás lista para comenzar a hacerlo, sobre todo si has dado a luz por cesárea.
En caso de no tener tiempo para ir al gimnasio se puede elegir caminar mientras se pasea con el coche del bebé, salir a correr al parque, saltar la soga en el hogar o pasear en bicicleta aprovechando el tiempo para ir al supermercado o a las tiendas.
3. La dieta saludable: es importante seleccionar bien los alimentos y crear una alimentación saludable evitando las comidas chatarras, frituras y aumentar el consumo de frutas y verduras. Lo mejor es consultar con un nutricionista y así cumplir con el objetivo de recuperar tu peso y darle buenos nutrientes al bebé a través de tu leche.
4. Beber líquidos: unos dos litros diarios (mejor si es agua), ayudará a eliminar grasas y mejorar la circulación sanguínea.
5. El uso de fajas: se dice que ayudan a reducir el vientre, evitar la flacidez y además sostener la piel sobrante, sin embargo, su eficacia no está comprobada. Si la faja o vendas te hacen sentir más protegida y segura, no te hará mal usarlas.
Lo cierto es que tu abdomen se irá recuperando paulatinamente con o sin faja. Los músculos abdominales y la piel volverán poco a poco a su tono normal, y con la ayuda de una alimentación sana y practicando ejercicio, siempre y cuando el doctor te lo permita, irás recuperando tu forma.
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