La protección solar es una práctica que debe inculcarse desde temprana edad, debido a que el daño solar es acumulativo y de no prestarse atención especial desde esta primera etapa de la vida a la necesidad de generar hábitos para el buen cuidado con la piel, las consecuencias podrían verse durante la edad adulta.
Aunque el cáncer de piel puede presentarse a cualquier edad, es más frecuente que se reporte en adultos mayores por encima de los 50 años.
Los principales síntomas que presentan los pacientes con esta patología son la aparición de lesiones cutáneas que se asemejan a manchas, lunares, úlceras, tumoraciones o heridas que no cicatrizan. Aunque la mayoría son asintomáticas, algunas pueden evidenciar crecimiento progresivo e incluso sangrado espontáneo.
Estas lesiones aparecen principalmente en las áreas de mayor exposición solar tales como cara, cuero cabelludo, cuello, la “V” del tórax anterior, los antebrazos, las manos y en las piernas. Es importante tener en cuenta que este tipo de cáncer puede presentarse en cualquier parte del cuerpo, razón por la cual, ante la aparición de alguna lesión en la piel o cambios en algún lunar pre existente se debe optar por consultar al médico o especialista.
"La piel es el órgano más extenso de todo el cuerpo, nos protege tanto de las agresiones externas como de la pérdida de agua interna, por eso debe ser cuidada de manera especial ya que está expuesta a enfermedades mortales como el cáncer de piel, patología que puede ser benigna si es detectada y tratada a tiempo", afirma el doctor Carlos Fernández, asesor médico de Bayer.
La protección física es esencial para evitar y prevenir esta clase de enfermedades, por eso te contamos algunos consejos y tips para poner en práctica en la vida diaria.
Una piel bella y saludable requiere cuidado diario. Si sigues estas sencillas reglas de oro después de la ducha diaria, en vacaciones, durante los meses del frío invierno, tu piel estará más suave, elástica y radiante.
Regla 1, Proteger la piel del sol: Para mantener la piel saludable, no salgas a realizar tus actividades cotidianas sin protección. Aplica una crema solar con un FPS que esté adaptado a tu tipo de piel. Repite la aplicación de manera regular sin importar si estas expuesto al sol o al frio, incluso si estás en una oficina, es recomendable aplicarlo por la luz de los computadores y de la iluminación artificial que caracteriza estos espacios.
Regla 2, Solo usar jabón suave para la piel: ¿La piel de tu cuerpo tiende a secarse, sobre todo después de la ducha? Es importante usar productos de cuidado de la piel suaves para la rutina de diaria. Si utilizas productos demasiado fuertes, tu piel puede volverse extremadamente seca y sentirse molesta. Los mejores productos que se pueden usar son los jabones ricos en lípidos.
Regla 3, ¡En la ducha!: Para la piel es mejor la ducha que el baño de tina, que tiende a deshidratarla por el tiempo tan prolongado ahí dentro. Asegúrate de que el agua esté templada mejor que caliente. Para los amantes del baño, está bien darse un baño de vez en cuando. Sin embargo, ¡no te quedes en el agua mucho tiempo!
Regla 4. Secarse con suavidad: Antes de que te salgas de la ducha, seca todo tu cuerpo para eliminar cualquier resto de los productos que usaste. La mejor manera para hacer es con suaves golpecitos con la toalla. NO frotes la piel con agresividad para secarte.
Regla 5. Hidratar la piel a diario: ¡Haz de la hidratación un hábito diario! Después de darte suaves golpecitos con la toalla para secar la piel, utiliza una crema adecuada para hidratarla de manera efectiva. Se recomienda que sea una que contenga entre sus componentes acetato de aluminio. Esto te ayudará a reparar la película hidrolipídica que cubre la epidermis. No te olvides de que hay que hidratar todos los tipos de piel.
Regla 6. Cuando hace frío fuera, abrigarse: ¿Te has dado cuenta de que la piel se vuelve particularmente sensible en los climas fríos? Las bajas temperaturas, así como el viento y el sol, tienden a resecarla, dejándola con una molesta sensación de tirantez y picor, por eso la importancia de una buena hidratación y de mantenerse abrigado. No olvides protegerte las manos todo el tiempo que estés expuesta al frio.
Regla 7. Beber mucha agua: Para tener una piel bella, el cuerpo necesita cantidades suficientes de líquido. Asegúrate de que bebes el agua suficiente, ej. Aproximadamente 8 vasos al día. Un vaso de agua cuando te levantes, un té para desayunar, agua mineral a lo largo del día, té de hierbas por la noche son vida para la piel.
Regla 8. ¡Comer de manera saludable y equilibrada! Una dieta saludable y equilibrada no es solo buena para tu cuerpo sino también para tu piel. Cada día debes comer un mínimo de cinco porciones de fruta y verdura, ricas en antioxidantes. Esto te ayudará a mantener tu piel bella y saludable.
Regla 9. Dormir las horas de belleza: Si duermes lo suficiente, tu piel estará radiantemente saludable. Recuerda que estudios científicos indican que las horas recomendadas de sueño están entre las 7 y 9 horas. De hecho, la necesidad de sueño viene marcada genéticamente.
Regla 10. ¡Dejar de fumar! ¿Fumas? El tabaco es perjudicial para la piel. Deja el cutis apagado y opaco. Hace que la piel envejezca con más rapidez. Esta debería se una buena razón para apagar el último cigarrillo.
Mantener la piel sana responde a un conjunto de hábitos que debemos ir incorporando dentro de nuestras rutinas diarias. Si seguimos estas 10 reglas podemos contribuir a que esté saludable y protegida.
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